La psicoterapia es un tratamiento maravilloso para muchos de los problemas de la vida, con miles de estudios que respaldan su uso como un tratamiento basado en la evidencia. Pero a veces una persona no sabe cuándo ir a ver al mejor psicólogo de mallorca.
Los psicólogos conocen un secreto que la investigación ha demostrado, y uno que compartiré aquí con ustedes. Cuanto antes busque tratamiento, más rápido se sentirá mejor. Puede sonar obvio, pero con demasiada frecuencia las personas dejan que sus problemas los abrumen antes de obtener ayuda.
Hemos hablado con Fermín Gallego, psicólogo en Palma, que nos aporta 5 señales que indican que es el momento de ver a un terapeuta.
- Causa angustia significativa en tu vida.
Casi todos los diagnósticos enumerados en el DSM-5, el manual de diagnóstico de salud mental, tienen el requisito de que un problema cause problemas significativos en el funcionamiento de su vida cotidiana, ya sea en el trabajo, en el hogar, en la escuela o en otro lugar. Tal vez su concentración se dispare, o su entusiasmo y deseo de hacer las cosas simplemente ya no exista. Tal vez evite cualquier interacción con sus compañeros de clase o compañeros de trabajo. O tal vez te sientes simplemente abrumado.
Si su ansiedad, depresión, manía o lo que sea que le está causando un mal funcionamiento en uno de estos entornos, durante semanas, esa es una señal segura de que es hora de buscar ayuda.
- Nada de lo que has hecho parece haber ayudado.
Pocas personas se sienten ansiosas durante semanas y no hacen nada para tratar de ayudar a calmar su ansiedad. Pocas personas sufren los síntomas de la depresión sin haber tratado de revertir los sentimientos de letargo, tristeza o desesperanza.
A veces nuestras propias habilidades de afrontamiento nos fallan. Simplemente dejan de funcionar o se vuelven mucho menos efectivos de lo que eran en el pasado. Si ya ha probado media docena de cosas diferentes: hable con un amigo, haga más ejercicio, busque ayuda en línea, lea sobre varias técnicas de autoayuda en línea, y nada ha hecho una gran diferencia, eso puede ser una señal de que hora de hablar con un terapeuta.
- Tus amigos (o familiares) están cansados de escucharte.
Los amigos y familiares suelen ser bastante buenos. Están ahí para nosotros cuando los tiempos son buenos, y están ahí para nosotros cuando los tiempos son malos. Si necesita inclinar la oreja de alguien sobre los sentimientos o pensamientos que tiene, a menudo tiene un amigo a mano.
Pero a veces un amigo también puede sentirse abrumado por sus problemas. Comienzan a alejarse de verte. No responden sus mensajes de texto o no atienden su llamada. Dejan de devolver correos electrónicos o pasan días antes de que escuche una respuesta (sin explicación).
Estas pueden ser señales de que has abrumado tu propio sistema de apoyo social. Es hora de acercarse y hablar con alguien cuyo trabajo es escuchar y ofrecer herramientas y técnicas para mejorar su vida.
- Comienzan los abusos para tratar de ayudarlo a aliviar sus síntomas.
Cuando las cosas se ponen difíciles, muchas personas recurren a su sustancia de confianza para alterar el estado de ánimo, como el alcohol, los cigarrillos o alguna droga. Esta situación no solo no mejora la situación, sino que la empeora gravemente.
Pero cuando nos sentimos abrumados, a veces miramos a uno de esos ayudantes y comenzamos a usarlo en exceso. Nos arriesgamos a agregar otro trastorno a nuestros problemas existentes en un esfuerzo por automedicarnos.
Pasar todo su tiempo libre en internet, participar en pornografía o juegos de azar sin parar, o revisar constantemente sus actualizaciones de Facebook pueden ser esfuerzos para bloquear sus otros problemas.
Peor es cuando volvemos nuestra angustia o ira hacia otra persona en nuestras vidas, como un ser querido. Algunas personas arremeten o hacen que la vida de su ser querido sea miserable como una forma de tratar de sentirse mejor consigo mismos.
- La gente se ha dado cuenta y te ha dicho algo.
Esto es obvio, pero a veces simplemente ignoramos los signos más obvios en nuestras vidas. Tal vez fue un amigo que te apartó un día y dijo: «Oye, ¿está todo bien? Me di cuenta de que pareces estar luchando mucho últimamente … ¿tal vez deberías hablar con alguien? «O con un compañero que dijo:» Mira, necesitas ayuda. No has sido tú mismo en semanas. Nada de lo que hago parece ayudar, y de hecho, parece que estamos empeorando”.
Incluso los compañeros de trabajo y los compañeros de clase pueden haber notado y haber hecho un pequeño intento para hacerle saber que creen que puede necesitar alguien con quien hablar.