Estamos en el último trimestre del año y eso quiere decir que hemos cambiado los trajes de baño por los gorros de lana. La caída de las temperaturas es notable y la reducción de horas de luz diarias nos puede afectar de forma negativa. Si queremos cuidar de nuestra salud en otoño, lo mejor será no descuidar absolutamente nada y protegernos lo máximo posible. ¡Sigue estas útiles recomendaciones que vamos a ofrecerte en las siguientes líneas!
Lo primer de todo. Este año es un tanto especial. La pandemia por Covid-19 nos obliga a extremar todas las precauciones. En un artículo anterior, ya os ofrecemos algunos consejos de salud frente al coronavirus. Es conveniente tenerlos presentes para minimizar los riesgos ante este problema de escala mundial.
Regresando al otoño, hemos de ser muy conscientes que estamos en una estación de transición. Por lo tanto, los cambios que experimentamos son numerosos. Tanto nosotros como a nuestro alrededor. Por ello, no es descabellado que nuestro organismo se vea afectado en mayor o menor parte.
El primero de los consejos para cuidar de nuestra salud en otoño que vamos a ofrecer es el de reforzar las defensas. Imprescindible ante cambios de temperaturas que puedan atacar a nuestro sistema inmunológico. Para poder protegernos, la alimentación será parte fundamental de nuestro día a día. Es preciso incluir en nuestra dieta legumbres, patatas, setas, guisos, frutos secos, proteínas vegetales, minerales y fruta.
Del mismo modo, el descanso también será fundamental para mantener nuestras defensas en forma. Duerme todas las horas necesarias y, lo que es más importante, mantén una rutina diaria de sueño. Gracias a ello, minimizaremos el desgaste físico y mental que puede atacarnos día a día.
Un punto que quizá desconocemos, pero que es muy importante para cuidar de nuestra salud en otoño es “darnos baños de luz”. ¿Qué quiere decir esto? Al acortarse los días, estamos menos expuestos a la radiación solar, principal fuente de vitamina D de nuestro organismo. Aprovecha las horas de luz para pasear o hacer ejercicio al aire libre.
Llegamos a otro punto importante: la actividad física. Mantenernos activos mejorará nuestra salud y también nuestro ánimo y, en consecuencia, nuestro estado de ánimo. Eso sí, protégete contra el frío para y equípate con ropa que te abrigue, pero que sea transpirable.
Para cuidar de nuestra salud en otoño, hemos de prevenir la aparición de resfriados. ¿Cómo? Portando la ropa adecuada, proteger nuestra garganta, lavar nuestras manos de forma frecuente o ventilar nuestra casa diariamente. Del mismo modo, las personas mayores deberán vacunarse contra la gripe para evitar complicaciones respiratorias.
En último lugar, no dejes de disfrutar. Realizar actividades que nos hagan sentir bien es básico para que nuestro cuerpo y nuestra mente cuenten con una correcta salud emocional, evitando la llamada astenia otoñal.